jueves, 1 de noviembre de 2018


NOVIEMBRE 2018. INICIO. De clase media, trabajadora y sobre todo, muy hermosa, Helena es una mujer que vive atormentada por un doloroso recuerdo del pasado que no la deja ser feliz, a pesar de tener una familia casi perfecta. Es dueña de una tienda de regalos, en Cuernavaca, donde ha intentado dejar atrás lo vivido. Está casada con Alonso Pizaña, un hombre amoroso que intenta acercarse a ella de todas las formas posibles, siendo siempre rechazado, por lo que encuentra refugio en la hija de ambos: Mía, a quien la mujer también rechaza a pesar de hacer su mayor esfuerzo por quererla, situación que causa conflictos emocionales en la chica, la cual es cercana a su padre y se desahoga en sus estudios, junto con su gran amigo, Julián, el cual siempre ha estado enamorado de ella. Helena y Alonso discuten constantemente por el rechazo de la mujer a su familia. Él le recuerda constantemente saber el por qué, así como la razón por la que él se casó con ella, como un acto de amor. La desesperada mujer le asegura que ha hecho el mayor intento por amarlo, por querer a su hija, pero simplemente no puede olvidar lo que hace más de veinte años le pasó, desahogándose casi siempre con Nora Saldívar, su amiga y psicóloga, a la que asegura que, por más que ha aceptado lo que le sucedió, no puede corresponder al sacrificio de amor que Alonso hizo por ella, así como tampoco puede dejar de ver a Mía como el producto de la violación que sufrió hace muchos años.

Octavio Landa de Iturbe es un hombre atormentado por sus decisiones del pasado y revela a su cónyuge, Lucrecia Escárcega, el sentirse arrepentido de haber despreciado a su única hija, Helena, por su error de juventud. La mujer sin embargo insiste en convencer al hombre de que que hizo lo correcto, pues su hija no solo manchó el apellido y honra de su familia, sino que a él lo enfermó desde entonces, pues el hombre padece una terrible insuficiencia cardiaca. Es por ello que, después de poco más de veinte años, ha decidido encontrarla y se lo hace saber a su esposa, la cual no está dispuesta a permitir que eso suceda, pues teme a que, con la reaparición de Helena, su apuesto hijo Marco Vinicio sea privado de los privilegios que gozan, como consentidos de su marido. Por su parte el apuesto hombre ha sabido convertirse en la mano derecha de Octavio, en las empresas Landa de Iturbe, lo cual ha obstruido las ambiciones de Demetrio Cortázar y Santiago Gardel, los socios del hombre, mismos que desean apoderarse de todo y hacerlo a un lado, razón de más para odiar en silencio al entenado del atormentado Octavio, por el cual deben actuar con cautela y no han podido llevar a su antojo el despojo de lo que desean. Es por esto que Santiago, en complicidad con su esposa, Raquel, ha logrado hacer que la hermana de la mujer, Fabiola, tenga una relación con el joven hombre, quien oculta que desde hace años vive enamorado en silencio de otra persona.

Helena descubre a Mía besándose con Julián en su propia recámara, por lo que reprende a la chica y prohíbe a él que vuelva a entrar en su casa. Madre e hija discuten y cuando Mía acusa a su progenitora de ser una amargada, incapaz de sentir amor por nadie, esta la abofetea. La muchacha exige a su madre que le diga por qué nunca la ha querido y Helena se encierra en su habitación, a llorar en silencio, mientras que al mismo tiempo Alonso sufre un atraco dentro de su alto, durante un alto en el semáforo. Al poner resistencia, el hombre es asesinado por los asaltantes. Gente cercana acude a socorrerlo y él solo menciona el nombre de Helena, a la que pide perdón sin decir por qué. Fallece y de inmediato alguien toma su celular para llamar a algún familiar. Suena el teléfono de Helena, a la que le informan lo que ha ocurrido. La mujer se estremece y sale de inmediato de casa, acompañada por su hija, a la que le ha dicho lo que ocurrió. La chica sufre luego de que al reconocer el cuerpo de su marido, Helena le hace saber que Alonso murió. La noticia se hace viral y llega a la televisión nacional por lo que, al estar en la cocina de la mansión Landa de Iturbe, el ama de llaves, Ángela, se estremece al reconocer a Helena, por lo que de inmediato acude a Octavio, para decirle la tragedia por la que su hija atraviesa, y que esta se encuentra en Cuernavaca.

Santiago y Raquel se reúnen con Demetrio y Victoria, con quienes comparten sus ambiciones. Victoria, la cual a pesar de ser hermana de Octavio, desea que a su marido le vaya mejor y obtenga lo que ella cree que siempre ha merecido. Todos consideran una suerte que Helena haya desaparecido, pues así no tendrán que compartir con ella la parte de las empresas que le pertenecería cuando su padre muera. Por otra parte, Raquel y Demetrio han engañado a sus parejas sin que nadie sospeche que son amantes, a pesar de que con cinismo intercambian miradas y caricias frente a sus cónyuges.

Helena se siente terrible ante la muerte de Alonso y mientras lo vela recibe las condolencias de Nora, la cual le hace saber que el difunto tenía muchas deudas en el banco y justamente llevaba entre sus cosas el documento que avala que perdió la hipoteca de su casa, e incluso la de la tienda de regalos. Helena no puede creerlo y se pregunta qué es lo que hará. La amiga le aconseja que busque a su padre pero la mujer se niega rotundamente y afirma que jamás perdonará a Octavio por haberla despreciado y voltearle la espalda cuando más lo necesitó.

Lucrecia desea impedir a toda costa que Octavio vaya en busca de Helena, por lo que discute con el hombre, quien le dice tener la seguridad de que ella no quiere que se reconcilie con su hija, a la que buscará y pedirá perdón. La desesperada Lucrecia pide a Marco Vinicio que impida que el hombre cometa una locura pero este considera que es justo que Helena vuelva a estar con su padre y disfrutar de lo que por derecho le pertenece. La sorprendida madre deja saber a su hijo que no lo crió para que compartiera, sino para que se apodere de todo antes de que otros buitres lo hagan, y que Helena no tiene derecho a nada, pues solo ha llenado a la familia de vergüenza. Marco Vinicio sin embargo desea volver a ver a la mujer, pues hace veinte años que espera por ella, amándola en silencio.

Mía desahoga su pena con Julián, pues sin su padre cree que será un infierno vivir al lado de Helena, la cual siempre la ha tratado con rechazo. El novio le propone que se casen, que salgan adelante juntos, por lo que la chica pide consejo a Nora, la cual le advierte que hacerlo sería una tontería y luego alerta a Helena de lo que su hija desea hacer. Le pide que se acerque a la muchacha al menos en un momento difícil como el que ambas atraviesan y la preocupada Victoria cree que quizás lo mejor sea que su hija sepa que Alonso no era su padre. Cuando se decide a decírselo, Nora la detiene y la hace desistir cuando le pregunta si dirá a la muchacha que fue producto de una violación.

Raquel presiona a Fabiola para que se case con Marco Vinicio, pues es la única manera en que ambas pueden asegurar su futuro. Sin embargo la hermana menor revela sentir a veces que no provoca nada en el hombre, como si este pensara en alguien más. La ambiciosa Raquel le asegura que, si se lo propone, con buenos trabajos en la cama podrá hacer que Marco Vinicio se olvide de quien esté en su mente. Es entonces que Fabiola usa sus encantos con el hombre, el cual la rechaza pues no puede dejar de pensar en Helena.

Demetrio aconseja a su hijo Patricio que se valga de su amistad con Marco Vinicio y consiga información necesaria que a ellos los beneficie. Patricio así lo promete sin embargo no está dispuesto a ser parte de las trampas de su padre, el cual también lo presiona para que le presente a una novia, atreviéndose a preguntarle al hijo si es homosexual. Victoria los está escuchando e interviene, librando a Patricio de contestar, sin embargo más tarde le aconseja que se haga de una novia para calmar las sospechas su padre. Es por ello que el chico ve en Laura Gutiérrez, una secretaria enamorada de él, la oportunidad perfecta para cubrir las apariencias, por lo que la invita a cenar, llenándola de ilusiones.

Lucrecia estalla en cólera cuando Ángela le hace saber que Octavio ha partido a Cuernavaca para encontrarse con Helena, a quien la esposa del hombre odia con todas sus fuerzas. Al saber que fue Ángela la que dijo a su marido del paradero de su hija, la sacude y la maldice por lo que hizo, culpándola del fatal destino que está segura que les espera. La sirvienta sin embargo está convencida de que es tiempo de que Helena regrese, de que sea escuchada y se acepte la verdad de lo que le sucedió, por muy dura que sea. Lucrecia cree que lo de la violación fue un invento de su hijastra. Asegura que esta siempre fue de cascos ligeros, como seguramente lo fue su madre. La sirvienta se limita a observarla.

Helena se sorprende al ver ante ella a Octavio, quien le da el pésame y llora al abrazarla, pidiéndole perdón. Hablan y él le dice no estar tranquilo desde que la vio por última vez, pensando día y noche en lo que le confesó cuando le dijo que estaba embarazada, pues hasta estos días le es difícil creerlo. Helena llora e insiste en que fue violada, mas no recuerda el rostro de su atacante, puesto que esto sucedió en la oscuridad, mientras ella dormía la noche en que la mansión Landa de Iturbe se celebró la boda entre su padre y Lucrecia. Octavio conoce a Mía y pide a su hija que vuelvan a estar juntos pero Helena se resiste y considera que las cosas sigan como están, por lo que suplica a su padre que desaparezca de su vida. Sin embargo al paso de los días la mujer se ve en una gran necesidad, cuando los hipotecarios llegan a apoderarse de su casa y su negocio, razón por la cual ella se ve en la necesidad de instalarse temporalmente en casa de Nora, la cual le aconseja que pida ayuda a su padre. A Helena, que tampoco le parece la relación entre su hija y Julián, el cual es un vago bueno para nada, no le queda más que doblegarse, tragarse el rencor y comunicarse con Octavio, el cual está dispuesto a recibirla de vuelta en casa, a pesar de la oposición de Lucrecia, a la que exige que sea cordial con su hija y su nieta, las cuales tienen una discusión pues Mía no desea dejar Cuernavaca ya que eso significaría alejarse de Julián. Sin embargo Nora toma la decisión de ayudar a Helena y para ello le tiende una trampa al muchacho, al que Mía encuentra besando a otra, razón por la que termina con él y para alejarse decide aceptar la propuesta de su madre.

Lucrecia habla con su cuñada, Victoria, y le dice cuanta fe tiene en que el regreso de Helena sea temporal, pues no quiere Lucrecia r con ella. Victoria, que es buena amiga de la segunda esposa de su hermano, le advierte a esta que por su bien no contradiga ni haga rabiar a Octavio, o pagará las consecuencias. Luego busca a Santiago y Demetrio, a los que entera del regreso de la hija de su hermano. Esta noticia aterra a los hombres, los cuales en soledad hablan consigo mismos y consideran que la presencia de Helena no será grata para nadie.

Acompañada por su hija y Nora, quien se ha ofrecido a llevarlas, Helena vuelve a la casa en que creció, donde Octavio y Marco Vinicio les dan una bienvenida calurosa, despertando los celos de Lucrecia, la cual nota la emoción que emana de su hijo al reencontrarse con la mujer, a la que lleva a su antigua habitación, para instalarla. Al estar ahí, a Victoria le vienen recuerdos vagos de su tragedia y se niega a dormir en ese lugar, siendo apoyada tanto por su padre como por Marco Vinicio, el cual busca un momento a solas para decirle que nunca ha podido olvidarla, y la sigue amando con la misma intensidad. Helena lo rechaza y le pide que la ayude a encontrar un trabajo, por lo que el hombre habla con Octavio y le propone que Helena trabaje en las empresas. Al saberlo, Lucrecia se opone rotundamente.

Mía se siente terrible pues en cuestión de días perdió a su padre, a su novio, su casa y toda su vida, por lo que teme a que no pueda adaptarse a la ciudad. Da una vuelta por los jardines de la mansión y tiene un encuentro accidentado con un apuesto joven. 
Se trata de Cristian Yáñez, el sensual jardinero que queda enganchado a ella desde el instante en que la ve. Después, en el invernadero que posee, le cuenta a su hermano Jonathan sobre el incidente con Mía, asegurando que nunca antes conoció a una muchacha como esa, la cual lo ha flechado. A su vez ella llora al recordar la traición de Julián pero pronto el cuerpo sensual y la sonrisa de Cristian aparecen en su mente. Pregunta a Ángela por el jardinero y esta le dice donde se encuentra el invernadero en que puede encontrarlo.

Raquel y Demetrio arden en placer y luego él se queja de lo aburrida y melosa que es Victoria en la cama, mientras que ella asegura haberse casado con Santiago solo por ambición, pues no lo ama. Ambos se burlan y luego ella pregunta al hombre cómo fue que la primera esposa de Santiago murió, pero Demetrio se niega a hablar del tema y cuando su amante le dice querer conocer a Victoria, la cual seguro se incorporará a las empresas, se vale de intrigas para envenenar la mente de su esposa, a la que pide que hable con su hermano y lo convenza de que la presencia de Helena solo los fastidiará. Victoria habla con Lucrecia, la cual le propone que se las ingenien para tenderle una trampa a la hija del millonario y hacerla huir nuevamente. Pero antes Victoria habla con su sobrina, quien le cuenta como fue su vida con Alonso y lo difícil que es para ella acercarse a Mía. Las ha escuchado Ángela, quien más tarde aconseja a Helena que sea fuerte y enfrente todo lo que se le vendrá encima, advirtiéndole que su presencia no será grata para los buitres que están detrás de la fortuna de su padre, así como le advierte que no se fíe de Lucrecia, la cual nunca ha sido como aparenta.

Patricio dice a Marco Vinicio no entender por qué su padre desea obligarlo a hacer su voluntad, interfiriendo hasta en su vida sentimental. El amigo lo apoya y le revela estar confundido respecto a Fabiola, ahora que Helena se encuentra de vuelta, pues no la ama y la sabe una ambiciosa que desea asegurar su futuro. Pregunta a su amigo por qué jamás ha tenido una novia y el nervioso Patricio dice no tener tiempo, pues tanto el trabajo como las demandas de su padre lo absorben. Sin embargo Marco Vinicio descubre que está saliendo a escondidas con Laura, su secretaria, a la que lleva a cenar. Esta a su vez es vecina de Cristian y Jonathan, a los que cuenta lo feliz que es ahora que por fin el cielo ha escuchado sus súplicas y es correspondida por el hombre al que ama.

Demetrio discute con Santiago los negocios que han hecho valiéndose de las empresas, pues se han generado pérdidas y de alguna manera ambos son responsables. Uno revela tener deseos de que su cuñado muera, para entonces quedar al frente de todo, como dueño y señor absoluto, mientras que el otro desea lo mismo, y por eso presiona a su hijo para que a través de su amistad y confianza con Marco Vinicio puedan apoderarse de todo. Sin embargo, al no conseguir lo que desea de Patricio, al hombre no le queda más remedio que hablar en persona y en privado con Octavio, al que advierte de las intenciones de Demetrio. El millonario asegura que le ha costado muy caro el haberle comprado un esposo a su hermana, a la que cita para enterarla de que ha tomado la decisión de retirarle su ayuda, y eso incluye el darle trabajo a su marido, el cual se ha aprovechado de su confianza para enriquecerse ilícitamente, por lo que desea detenerlo. Victoria hace una rabieta y se marcha enfurecida de la casa de su hermano, al que Lucrecia asegura que si Demetrio se ha enriquecido más de la cuenta, es para seguir dando a su hermana la vida a la que está acostumbrada. Por otra parte Victoria pone el grito en el cielo y cree que las acciones de su hermano se deben a la presencia de Helena, por lo que se reúne con Lucrecia para proponer que actúen y se deshagan a la mujer antes de que sea tarde. Ambas intrigan ante ella, intentando convencerla de que regrese a Cuernavaca, pues en realidad Octavio la quiere cerca para así dar con el hombre al que ella se entregó y el cual no quiso casarse con ella y reconocer la paternidad. 
Molesta, Helena les asegura que ella no se entregó a nadie y que en verdad fue víctima de una violación que calló por miedo a que la rechazaran tal como lo hicieron. Deja entre ver que si las intenciones de su padre son las de dar con ese violador, entonces ella lo apoyará, pues también quiere conocer el rostro de ese hombre y hacerlo pagar por lo que le hizo, revelando estar segura de que aún se encuentra cerca de todos ellos. Se encuentra con Marco Vinicio, al que con llanto le cuenta todo por cuanto ha pasado desde que se marchó para casarse con Alonso. El hermanastro la abraza y le confiesa que él siempre ha creído en ella, por lo que la ayudará a descubrir la verdad.

Patricio lleva una doble vida y a pesar de salir con Laura, aunque sea como aparentes amigos, tiene citas con personas que conoce en aplicaciones de su teléfono.

Mía visita el invernadero de Cristian y Jonathan y allí el jardinero le muestra las especies de plantas y flores que vende, así como le da un paseo por Xochimilco, notando que la chica está llena de tristeza. Esta asegura sentirse completamente sola sin la presencia de su padre y cuando el jardinero le pregunta sobre su mamá, simplemente se marcha. Al llegar a casa se topa con Octavio, quien no puede evitar mirarla con furia y a la vez con lamento. Decide acercarse a ella para conocerla más, descubriendo cuando la muchacha amó al difunto Alonso, al que agradece lo que hizo por su hija y la criatura que esta tuvo. Al estar en las empresas habla con Marco Vinicio, al que dice que deben hacer todo lo posible por ayudar a Helena. Este hace saber al hombre que, si en verdad quiere apoyar a su hija, debe darle un puesto en las empresas y aceptar que fue víctima de violación. Sin embargo al padre de la mujer le resulta difícil pensar que eso sea verdad y que el atacante de su hija pueda estar en su círculo de amistades. Después Marco Vinicio le hace saber que tanto Demetrio como Santiago se han beneficiado a espaldas suyas, valiéndose de sus puestos en las empresas. Octavio entonces decide darles un escarmiento y, a sabiendas de lo machista que es su cuñado y lo inoportuno que es su otro amigo, propone a Helena que ocupe la vicepresidencia de las empresas, pues Marco Vinicio la apoyará en todo momento. La mujer se resiste pero al hablar con su hermanastro este la convence al decirle que solo ella puede ser la sucesora de su padre. La situación enfurece a Lucrecia, quien pide a su hijo que reaccione y se aproveche de la ocasión para ser él el que se beneficie, en vez de ayudar a una mujerzuela mentirosa que se vale de infamias y calumnias para conseguir lo que desea. Helena los ha escuchado y enfrenta a su madrastra, quien se atreve a decir estar convencida de que lo de la violación es mentira, así como creer que ella misma provocó el asesinato de Alonso, para poder regresar al lado de su padre ahora que este está enfermo, y apoderarse de su fortuna. Helena da tremenda bofetada a Lucrecia, a la que advierte que si se vuelve a meter con ella lo lamentará, pues no permitirá que nadie ponga en tela de juicio su honor.

Sonia Escalante conoce todos los secretos de Santiago y ha decidido reaparecer en la vida del hombre,pues de él obtendrá todo cuanto necesita para llegar a donde quiere. Por eso se las ingenia para acercarse a Raquel y Fabiola, de quien se hace amiga incondicional. Cuando Raquel menciona el nombre de la mujer ante su marido, este pregunta el apellido y al saberlo no muestra el menor interés. Por otra parte el hombre dice estar cansado de que su esposa solo se dedique a gastar y cumplir caprichos de su hermana Fabiola, con la que él no tiene obligaciones. Raquel le recuerda que ella se casó con él con la condición de que aceptara ayudar a su hermana menor, mas el hombre dice que eso fue antes y que ya la ha ayudado durante muchos años.

Demetrio planea eliminar a Victoria una vez que pueda apoderarse de las empresas Landa de Iturbe, sin embargo la presencia de Helena se lo complica todo, pues él contaba con que la mujer jamás apareciera ni figurara en el testamento de Octavio, quien ha decidido incluir también a Mía en dicho documento, pues al final de cuentas es su nieta y por ello se ha acercado a ella, proponiéndole que retome sus estudios universitarios, los cuales él pagará. La chica se niega y Helena la alienta para que acepte y por medio de los estudios pueda independizarse. El mismo consejo le da Cristian, el cual revela a Jonathan sentir algo especial por la muchacha, quien en un encuentro accidentado lo sorprende casi desnudo cuando este acude a la mansión para trabajar. Ella intenta escapar pero él la detiene y le pide que no sea tímida. Son vistos por Ángela, quien más tarde aconseja al apuesto jardinero que no se haga ilusiones con la muchacha, pues no son de la misma clase y si surge algo entre los dos, ambos sufrirán.

Victoria recibe en el teléfono mensajes de texto en los que le advierten que Demetrio la engaña. Por tal motivo hace preguntas a Patricio, el cual asegura que a pesar de todo su padre es un hombre sincero e incapaz de mentirles. Mientras tanto Demetrio se revuelca con Raquel y ambos confiesan estar cansados de sus parejas, a las que quieren eliminar para beneficiarse.

Nora recibe una llamada del extranjero. Se trata de Eugenio Becker, un colega que vuelve al país por una larga temporada. Ella le habla sobre Helena, a la que desea ayudar para que recuerde quién fue el hombre que la atacó y el psiquiatra de inmediato se interesa en el caso, pues ha trabajado para la interpol y tiene grandes conocimientos.

Marco Vinicio pide a Helena que acepte la vicepresidencia de las empresas de su padre, al que solo ella puede ayudar a enmendar las bajas de su emporio. La mujer finalmente acepta y cuando Marco Vinicio se lo informa a Octavio, este le pide que lo prepare todo para hacer el nombramiento. Se convoca a una junta en la que todos los allegados y socios quedan sorprendidos. Santiago y Demetrio se oponen a ser dirigidos por una mujer y les es recordado que ellos son accionistas menores y no tienen ni voz ni voto. Marco Vinicio apoya en todo momento a Helena, razón por la que Santiago hace saber a Fabiola que su amado está enamorado de esa mujer y romperá con ella si no hace algo rápidamente. Raquel entonces exige a su hermana que tienda una trampa al enamorado y se embarace de él.

Demetrio descubre que entre su hijo y Laura, una simple secretaria, hay algo, por lo que cita a la muchacha en su oficina, para pedirle que se aleje de su hijo, pues ella es muy poca cosa para él. Decide despedirla y le exige que firme su renuncia. Cuando Helena sorprende a la chica, llorando en el baño, la escucha y decide apoyarla, por lo que la nombra su secretaria. Esto hace que la mujer y Demetrio tengan un enfrentamiento en el que ella deja claro que como vicepresidenta puede hacer lo que sea, hasta correrlo a él, sin importarle que sea su tío. Luego habla con Patricio, al que le exige que defienda lo que siente por Laura, y entonces él le cuenta que se acercó a la chica para cubrir las apariencias y no despertar en nadie la sospecha de su gran verdad: que es homosexual.

Lucrecia insinúa a Octavio que ha hecho mal al Helena, pues esta no tiene conocimientos de como manejar las empresas. El hombre se sincera y revela a su esposa sentir que pronto morirá y no desea dejar desamparadas ni a su hija ni a su nieta. La desesperada mujer teme a que el marido ya las haya incluido en su testamento y se lo informa a Victoria, la cual jura a ella, y mucho menos a su marido, los despreciarán.

Marco Vinicio sorprende a Helena con un ramo de flores, dándole la bienvenida en las empresas, donde inmediatamente la pone al tanto de todo, sorprendiéndose por las grandes capacidades de la mujer, a la que nuevamente confiesa que no ha podido dejar de pensar en ella. Son sorprendidos por Fabiola, quien en privado hace una escena de celos a su novio, el cual no le permite que se atreva a hablar mal de Helena. Cuando la despechada Fabiola le pregunta si está enamorado de su hermanastra, él le confiesa que sí y por tal motivo da por terminada su relación para entonces pedirle que se marche. La mujer se desahoga con Raquel, la cual la abofetea y acusa de ser una estúpida. Toma cartas en el asunto y busca a Helena, a la que advierte que no permitirá que se interponga entre su hermana y Marco Vinicio. Helena se muestra fuerte, dice no conocerla ni tener intenciones de hacerlo, así como que el hombre ya es un adulto, lo suficientemente hombre, para tomar sus decisiones, independientemente de que ella le corresponda o no. Luego Marco Vinicio le pide a la mujer que le de una oportunidad pero ella no desea que ahora que se ha acercado a su hija esta piense que se ha olvidado de Alonso, aunque en realidad ella nunca lo amó. Hablan del pasado, de la violación, y Helena dice estar convencida de que su atacante debió ser uno de los invitados a la boda de su padre y Lucrecia. Luego recibe una llamada de Nora, quien le habla de

DICIEMBRE 2018. De nueva cuenta, al mojarse, Cristian deja su torso desnudo y es espiado por Mía, la cual queda boquiabierta ante la sensualidad del joven hombre. Suena su teléfono y es descubierta por lo que ella acusa de estarlo espiando. La chica se encierra en su habitación y solo piensa en la desnudez del chico. Decide acudir a la Universidad, donde se inscribe y de inmediato hace amistad con una chica: Tania.

Santiago se paraliza cuando ante él aparece Sonia, la cual le hace saber que si él no le da todo lo que ella quiere entonces lo delatará ante sus amigos, pues conoce bien el secreto que guarda. Al sentirse amenazado, el hombre toma violentamente a su esposa del cabello, y asegura que, si ella llega a decir algo, la hará pagar. Ella, cínica, se atreve a besarlo, pidiéndole que reaviven lo que tuvieron en el pasado. Él cae en la trampa, sin percatarse de que Raquel se acerca. Sin embargo la voz de la mujer los alerta y Sonia logra esconderse, por lo que no son descubiertos. Cuando Raquel se marcha, la ex amante se burla del hombre, al que exige una fuerte suma de dinero a cambio de que nadie se entere de lo que sabe acerca de él.

Para apoyar a Fabiola, Lucrecia exige a Helena que se aleje de Marco Vinicio o de lo contrario se arrepentirá. Mientras que la viuda asegura que el hombre es como un hermano para ella y ahora también un colega, la madrastra dice no creerle y sospechar que lo está enredando tal y como hace años hizo con Alonso para tapar su vergüenza. Helena entonces pregunta a su madrastra por qué la ve como una amenaza, atreviéndose a preguntar si es porque solo se casó con su padre por ambición y no porque lo quisiera realmente, asegurando que, si es así, entonces no tiene derecho a juzgarla. Sin embargo lo sucedido provoca que Helena no deje de pensar en Marco Vinicio, y se lo comenta a Ángela, la cual le recuerda que es una mujer bonita y que merece darse una segunda oportunidad. Así mismo le cuenta que cree que el jardinero siente algo por Mía y no lo cree con derecho, pues es diferente a ellas. Helena abraza a la vieja sirvienta y le asegura que para ella no hay diferencias, y que si Cristian e Mía se quieren, merecen ser felices. Entonces busca a su hija para darle su apoyo, sorprendiéndola. También le hace saber que al contrario de lo que creía, es apoyada por la gente que quiere y eso la ha hecho reaccionar, por lo que desea recuperar el tiempo que perdió trabajando para estar alejada de casa. Madre e hija se abrazan, haciendo las paces y proponiéndose comenzar de cero. 

En la universidad, Mía es asediada por Bruno Lorentti, quien desea conquistarla, siendo rechazado en todo momento a pesar de que Tania hace saber a su amiga que ese es el chico más popular del plantel. Esto no le importa a la chica, la cual solo piensa en Cristian, al que visita a diario en el invernadero, razón por la que Jonathan hace saber a su hermano que la muchacha le corresponde.

Marco Vinicio se ha vuelto un protector para Helena en las empresas y esto causa la antipatía de Demetrio y Santiago, los cuales consideran que deben deshacerse del hombre. Sin embargo Demetrio cree que lo primordial es deshacerse de Octavio, antes de que este cometa una locura, haciendo modificaciones en su testamento. Se sorprenden cuando al hablar con Victoria esta les dice estar convencida de que eso ya ha ocurrido.

Fabiola cita a Marco Vinicio en un hotel, donde está a punto de quitarse la vida. El hombre llega a impedirlo y le exige que se deje de chantajes, revelándole que nunca la amó y que si la hizo su novia fue por la presión de Lucrecia, en un afán de hacerlo olvidarse de Helena. Sin embargo Fabiola no lo escucha y, desesperada, lo besa, se desnuda, le suplica que la haga suya, y el simplemente la rechaza y se comunica con Raquel para hacerle saber lo que sucedió. Esta va en busca de su hermana y al quedar solas la abofetea, acusándola de ser una estúpida, pues con lo que ha hecho, ha perdido a Marco Vinicio para siempre. Las dos comen con Santiago, en un restaurante, y ante ellos aparece Sonia, la cual pone nervioso al hombre, mucho más cuando es invitada por sus amigas a compartir la mesa y esta, audaz, roza su pie en la entrepierna del hombre, provocándolo. Él se ausenta para ir al baño, donde ella lo alcanza para exigirle que le haga el amor y amenazarlo con decirles la verdad a Raquel y Fabiola.

Helena y Marco Vinicio reciben en las empresas a Leonardo Velásco, un joven y apuesto asesor financiero al que dan la bienvenida y el cual les hace una gran propuesta para recuperar lo perdido. A ellos se une Patricio, el cual es elegido como la mano derecha del recién llegado, razón por la que Demetrio desea sacar provecho de la situación, exigiendo a su hijo que le diga todo lo que el asesor planea hacer. Padre e hijo discuten fuertemente cuando Patricio se niega a colaborar en las fechorías de su progenitor. La discusión llega a tal grado que el más joven decide irse de casa definitivamente, instalándose en un hotel, donde coincide con el asesor. Ambos deciden salir a beber algo y conversar sobre los asuntos de la empresa y personales, coincidiendo en su soltería. Al volver al hotel, Patricio se conecta a una aplicación de encuentros y decide verse con alguien que se encuentra cerca. El encuentro es sorprendente, pues la otra persona es Leonardo, quien se acerca a él y lo besa apasionadamente, terminando los dos en la cama.

Helena conoce a Eugenio, pues acude a la cita que Nora le agendó. Habla con él de lo que le ocurrió hace muchos años y cómo de su mente, en fracción de segundos, se borró el rostro de su atacante, aunque ella si puede recordar que fue en medio de la oscuridad. Llora pues este hecho, aunque lo ha superado, si afectó en su vida, a los suyos, y principalmente a su hija, producto del ataque.

Marco Vinicio felicita a Patricio por haberse ido de casa y también le dice estar perdidamente enamorado de Helena, quien lo flechó desde joven con su ternura y sensatez. El amigo lo apoya y está a punto de revelarle que es homosexual pero la repentina presencia de Leonardo lo impide.

Bruno y Tania visitan a Mía y él aprovecha para hablarle de sus sentimientos, pues dice estar enamorado de ella. 
Mía vuelve a rechazar a Bruno y él, furioso, hace una escena que es descubierta por Lucrecia y Octavio, al que la esposa intenta convencer de que su nieta es igual a Helena y no tardará en sorprenderlos con un embarazo, argumentando que fue víctima de violación. Es por ello que el hombre habla con su hija, quien a su vez habla con Mía, la cual le jura que no tiene nada que ver con Bruno y amar a un imposible, sorprendiéndose cuando la madre le dice saber que entre ella y Jonathan hay algo más que una amistad y la apoya si lo que desea es tener una relación con él. Luego acude a Lucrecia y le advierte que no permitirá que calumnie a su hija ante Octavio, como seguramente la calumnió a ella en el pasado.

Demetrio y Victoria discuten por la partida de Patricio, al que la mujer adora a diferencia del padre, el cual considera que su hijo es un hombre y debe responder como tal, en vez de seguir pegado a las faldas de su madre. Ejerce presión en la mujer para que convenza a Octavio de nombrarlo a él presidente de las empresas, aconsejándole inventarse una enfermedad y gacerle la petición como su último deseo. La mujer habla entonces con su hermano, pero este no da su brazo a torcer y por ello acude a las empresas, donde delante de los empleados hace saber a su cuñado que nunca tendrá la presidencia. El resentido Demetrio se desahoga con Raquel, a la que dice cuanto desea ver muerto a Octavio. Esta lo alienta para que lo haga realidad pero este no quiere actuar antes de estar seguro de que Victoria resultará beneficiada de todo.

Helena tiene un enfrentamiento con Santiago, quien la acusa de ser incopetente. La mujer se defiende y deja claro que está haciendo todo lo posible por salvar las empresas de su padre de una ruina a la que él, Santiago, en complicidad con Demetrio, la llevaron. Santiago la ofende por lo que le sucedió en el pasado y queda paralizado cuando ella le revela tener la sospecha de que pudo ser cualquiera, incluyéndolo a él. Es apoyada por su padre, al que ella dice que debe deshacerse de los hombres que lo han llevado a la ruina es apoyada por Marco Vinicio. A los tres los ha escuchado Lucrecia, la cual alerta a Raquel y Victoria de los planes de su enemiga. Cuando las otras hablan con sus maridos, sobre la situación en las empresas y las sospechas de la mujer al pensar que tanto Demetrio como Santiago pueden ser el violador que la atacó, ambos matrimonios llegan a la conclusión de que Helena debe desaparecer.

Llena de desesperación, víctima del alcohol, Fabiola busca a Marco Vinicio y le pregunta qué ha visto en Helena, de la que expresa cosas terribles. Queda anonadada cuando el hombre le dice que no le gustan las mujeres con la personalidad y mañas de ella, y que eso hace diferente a Helena, quien a pesar de todo es digna, justa, y nada ambiciosa. Le pide que se marche y la ex novia intenta besarlo, armando una escena terrible, por lo que a él no le queda más remedio que sacarla de su casa por la fuerza. Fabiola le jura que se va a arrepentir. Esto lo ha escuchado Mía, la cual busca a su madre y le pregunta qué tiene que ver con Marco Vinicio. La mujer asegura que nada pero la chica no le cree y la acusa de faltar a la memoria de Alonso. Se refugia en su soledad, donde se hace presente la malvada Lucrecia, la cual le asegura que Helena es mala y nunca amó a su difunto esposo, con el cual se casó para cubrir las apariencias de un error de juventud. Esto llena de dudas a Mía, la cual deduce que quizás no era hija de Alonso. Por su parte Helena se desahoga con Marco Vinicio, quien ya no aguanta más y la besa, siendo correspondido.

Laura no comprende la repentina lejanía de Patricio, el cual la hiere al pedirle que olvide lo que pasó entre ellos y se sigan tratando como lo que son. La chica llora y a ella se acerca Leonardo, quien le pregunta qué tuvo que ver con Patricio. 
La secretaria no dice una sola palabra pero sufre en silencio por lo que siente. Por su parte el asesor financiero busca a Patricio y le pregunta si es bisexual. Este le dice que no y que lo de Laura fue un error, presionado por su padre. Los dos se dan un fuerte beso.

Victoria vuelve a recibir textos anónimos que le advierten de la infidelidad de su marido. Por eso acude a Lucrecia y le pide consejo. La cuñada le recomienda que no le diga nada a su marido pero sí lo investigue, pues seguramente quien le envía esos mensajes es la lagartona con la que Demetrio anda, y la cual quiere separarlos para quedarse con él. A la mujer no le queda más que hacerlo así y refugiarse en Patricio, al que pide que vuelva a casa pero este ya se ha instalado en un departamento, en el que tiene ardorosos encuentros con Leonardo, el cual a su vez apoya a Helena en las finanzas de la empresa y descubre que en realidad Demetrio y Santiago son un peligro inminente.

Fabiola busca a Mía para decirle que su madre es una zorra que se ha valido de la viudez para engatusar a Marco Vinicio. Se burla de la muchacha y le pregunta si ya está enterada de que ella no era hija de Alonso. En ese momento aparece Marco Vinicio para asegurar que eso no es verdad, pero la resentida ex novia insiste y cuando Helena aparece la enfrenta y repite lo que le dijo a Mía. Helena da tremenda cachetada a la alcoholizada Fabiola, a la que jura que si se acerca de nueva cuenta a fastidiarles la vida a ella o su hija, tomará represalias. Por su parte Marco Vinicio habla con Raquel y Santiago, a los que deja claro que lo suyo con Fabiola terminó y no habrá poder humano que lo haga reconciliarse con ella, pues jamás la consideró como futura esposa. Raquel reprocha al hombre el haberse aprovechado de su hermana y este de recuerda que fueron ellas las que quisieron aprovecharse de él, pues sabe que son unas arribistas. Raquel lo abofetea y luego es reprendida por Santiago, quien le dice estar harto de ella y su hermana. El hombre se presenta en la mansión Landa de Iturbe para disculparse con Helena y saber cómo se encuentra Mía, a la que desea pedir perdón en nombre de su esposa es cuñada. Sin embargo esto no se le permite y Octavio pide hablar con él. Le pide que nunca más se vuelva a presentar en su casa, acompañado por su esposa y cuñada, las cuales ya no son bienvenidas. El hombre no tiene más remedio que aceptar y presiona a Demetrio, para que busquen la manera de deshacerse de Helena, a la que se enfrentan cuando esta les exige rendir cuentas de sus malos manejos y abusos de confianza, advirtiéndoles que una vez que todo haya sido investigado no tendrá piedad de nadie. Los hombres se ríen de ella y Santiago se atreve a tocarla, razón por la cual ella recuerda la noche en que fue atacada y siente pánico. Sale de inmediato y busca a Eugenio, al que le cuenta lo que sucedió, por lo que él le pide que se someta a regresiones, pues solo así podrá dar con la cara de su atacante.

Victoria se lleva una fuerte sorpresa cuando decide hacer una visita a Patricio y al tocar a su puerta es recibida por Leonardo, en toalla. Aparece entonces Patricio, quien habla con su madre y le confiesa que es homosexual y tiene una relación con el asesor financiero. A la mujer le preocupa el qué dirán y teme a que su marido se entere, por lo que el hijo le pide que guarde ese secreto y sean cómplices de su felicidad.

Mía desahoga sus frustraciones con su amiga Tania, a la que confiesa querer morirse pues ha vivido en un mundo de mentiras toda su vida. La amiga le brinda su apoyo incondicional y le aconseja que acepte el amor de Bruno, quien insiste en asediarla, siendo rechazado una y otra vez. Cansado del rechazo de la chica, Bruno la intimida y decide besarla a la fuerza. Ella lo abofetea y se marcha por lo que él decide seguirla, sorprendiéndola en el barrio de Xochimilco, donde intenta propasarse con ella. Aparece entonces Cristian, el cual la defiende y golpea al muchacho, el cual amenaza con llamar a la policía. El jardinero lo reta a que lo haga y el atacante simplemente se va. El jardinero lleva a la muchacha a su casa, donde cuenta a Ángela lo que sucedió. Esta se lo hace saber de inmediato a Helena, la cual acude a su hija, quien la rechaza pues está convencida de que no entiende como se siente. 
Helena se sincera y entonces le revela que ella fue víctima de violación en el pasado y que le contará sobre eso solo si acepta ir a terapia con ella. La curiosidad hace que Mía acepte y delante de Eugenio, Helena le cuenta a su hija cómo la atacaron y por qué durante muchos años la rechazó. Esto hace sentir aun peor a Mía, a la que Eugenio propone que tome terapia con él.

Fabiola da a Sonia mucha información sobre Santiago y Raquel, por lo que la vieja amante del hombre cree que lo tiene en sus manos y esta vez no se irá sin sacar provecho de esto. Acude al hombre y le pide una fuerte suma de dinero a cambio de no delatarlo, pues sabe de sus ambiciones y también como murió su primera esposa. Él se estremece ante tal amenaza y advierte a Sonia que, si no desaparece de su vida, correrá con la misma suerte que la difunta. La mujer lo ha grabado con su teléfono y a la vez se ha dado cuenta de que Laura los escuchó, por lo que debe actuar ya que esta es la secretaria personal de Helena. Santiago entonces busca a la chica para intimidarla y esta asegura no haber escuchado nada, mas luego la descubre tratando de decirle algo a Patricio, por lo que interviene para evitarlo. Alerta a Demetrio de lo que sucede y entonces ambos deciden tenderle una trampa a la secretaria, con la que ambos se encierran para discutir y cuando esta está a punto de pedir auxilio uno de ellos la hiere al golpearla en la cabeza con un busto de acero. Al darse cuenta de que la secretaria murió, se las ingenian para sacarla a escondidas de las instalaciones, para luego arrojarla a un voladero, a las afueras de la ciudad.

Lucrecia se da cuenta de que algo malo le sucede a Victoria y la busca para enterarse pero esta dice estar bien. Sin embargo no está tranquila y culpa a Demetrio de separarla de su hijo, de haberlo vuelto lo que es. El hombre no entiende lo que su mujer dice y ella le revela que su hijo es homosexual. Demetrio no puede creerlo, se resiste a aceptarlo y culpa a la mujer de todo. Ella entonces le reprocha su falta de comprensión como padre y su engaño como marido, asegurando saber que tiene una amante y que esta le ha enviado mensajes a su teléfono para decírselo. Al saberse descubierto, el hombre sale de inmediato de casa y se comunica con Raquel, a la que pide que se vean en el lugar de siempre. Al hacerlo, la abofetea y le reclama el haber enviado los textos a su esposa. La amante asegura no saber de lo que le habla y deducen que alguien más sabe de su relación. Ambos temen a que Fabiola sea la que manda los textos y por eso Raquel habla con ella, descubriendo que no está al tanto de nada. Por su parte Demetrio ruega a Victoria que no crea en lo que otros hacen para separarlos pero ella no cree en la inocencia del hombre, al que dice que se divorciarán, y él no verá un solo peso de la fortuna Landa de Iturbe.

ENERO 2019. Cristian intenta buscar a Mía pero ella lo rechaza. El muchacho revela a Ángela estar muy enamorado de la muchacha y la intrigosa Lucrecia los escucha. Lo sorprende a solas y le propone mucho dinero a cambio de enamorar a la chica. Él dice no ser alguien que se venda y le recrimina el querer hacerle daño a una chica inocente. Habla de esto con Jonathan, el cual le aconseja que hable con Marco Vinicio de lo que su madre le ha propuesto.

Sonia, al igual que todos, se sorprende al enterarse de la muerte de Laura cuando el cuerpo de esta es encontrado. Está convencida de que Santiago se encuentra detrás de esto y lo busca para felicitarlo, asegurando que tiene algo más por lo que acusarlo si no le da lo que ella quiere. El hombre le pide tiempo, argumentando que atraviesa por momentos difíciles. La mujer se marcha y al salir de la oficina de este se topa con Raquel, quien pregunta a su marido qué tiene que ver con la mujer. El hombre le miente al decirle que Sonia solo busca hacer negocios, cosa que la esposa no le cree.

Marco Vinicio vuelve a besar a Helena y le pide que le de una oportunidad. Ella teme a la reacción de Mía, la cual cree que su madre ha olvidado la memoria de Alonso. Sin embargo ambas hablan y Mía considera que su madre tiene derecho a ser feliz. Helena la abraza y le aconseja que ella también busque su felicidad. Por ello la muchacha se presenta en el invernadero para hablar con Cristian, al que no encuentra. Esto lo aprovecha Jonathan para pedirle que no juegue con su hermano y contarle de la oferta de Lucrecia le hizo a este para enamorarla y embarazarla. La chica lo desahoga en terapia con Eugenio, quien más tarde se comunica con Helena y le pide que adelanten su próxima sesión. Esta acepta, como también acepta darse una oportunidad con Marco Vinicio.

Victoria le cuenta a Lucrecia de su decisión de divorciarse de Demetrio, así como de la homosexualidad de Patricio. Esto hace que la mujer visite a su sobrino para reprocharle el ensuciar el buen nombre de su familia. Le pide que se marche lejos, donde nadie sepa de sus preferencias. Patricio dice no comprender como Marco Vinicio puede ser un hombre respetable, digno, habiendo sido educado por alguien tan despreciable como ella. Lucrecia amenaza al muchacho, quien dice no tenerle miedo y la echa de su casa. Desahoga lo ocurrido con Leonardo, quien lo convence de que quizás ha llegado la hora de encarar a todos y decirles lo que es.

Octavio habla con Marco Vinicio sobre los avances de Helena, quien ha aprendido rápido con la ayuda del hombre y Leonardo. Marco Vinicio revela a Octavio el tener una relación con Helena, a la que quiere desde que eran jóvenes, sin importarle lo que vivió. El padre de la mujer agradece al muchacho el sincerarse y considera que su hija no pudo haber hecho mejor elección para rehacer su vida. Cuando Lucrecia se entera, se opone a la relación y al darse cuenta de que no puede hacer nada para evitarla, acude a sus cómplices, a los que dice que Helena debe desaparecer de inmediato. Es por ello que de nueva cuenta Demetrio y Santiago se unen para tenderle una emboscada a su enemiga, a la que persiguen por la ciudad con la intención de provocar un accidente. Así lo hacen y Helena es llevada de inmediato a un hospital, donde se debate entre la vida y la muerte, aungustiando a quienes la quieren.

Cuando Eugenio entera a Nora del accidente de Helena, esta viaja a la ciudad, donde él le dice estar convencido de que el hombre que violó a Helena llevaba el rostro cubierto mientras la atacó. La mujer habla con su amiga cuando esta vuelve en sí y se estremece cuando Helena le dice que no sufrió un accidente, sino que la quisieron matar. Al enterarse de esto, Octavio pone una denuncia ante las autoridades, apoyado por Marco Vinicio, muy a pesar de Lucrecia, quien asegura a su hijo que mientras siga con esa mujer su vida correrá peligro. Al hombre eso no le importa y pregunta a su madre por qué le tiene tanto odio a Helena, si convivió con ella poco tiempo, antes de casarse con su padre y de que esta desapareciera. Lucrecia calla y se refugia en Victoria, ante la cual lamenta que la mujer a la que tanto odia no esté muerta. Por su parte la cuñada siente remordimientos pues ha sido cómplice de un atentado contra su propia sangre.

Sonia está convencida de que Santiago tuvo que ver en el atentado contra Helena por lo que le pide una fuerte suma de dinero a cambio de su silencio. Él se niega a dársela y entonces ella amenaza con hablar con la policía. Santiago entonces la amenaza de muerte, exigiéndole que desaparezca de su vida si no quiere morir. Sonia lo reta, pues no le tiene miedo y está dispuesta a delatarlo ante sus adversarios, situación que comienza a descontrolar al hombre, el cual al sentirse entre la espada y la pared decide tomar una decisión letal para ponerle fin al asunto, de una vez por todas.

Mía encuentra consuelo en Cristian, quien le dice amarla desde el primer momento en que la vio. La chica dice sentirse confundida y él le aconseja que convenza a su madre de salir de la mansión de su abuelo, pues es obvio que Lucrecia no las quiere.

Nora enfrenta a Lucrecia y le dice saber cómo desea herir a Helena a través de su hija, así como sospechar que ella siempre ha buscado la manera de hacerle daño a su hijastra para alejarla de Octavio. La cínica mujer lo acepta, con la misma burla con la que asegura que esta vez la muerte le hará el favor. Nora le asegura que la muerte no se hará presente en la vida de Helena, hasta que no se descubra quién la violó y por qué motivos, ya que el atacante quizás pudo haber recibido ordenes de alguien. Esto estremece a Lucrecia, quien desea que Helena realmente muera y deje de obstruir sus planes.

Patricio y Leonardo descubren un fraude en la empresa y creen que todo apunta a Santiago, al que comienzan a investigar, descubriendo en los archivos de Santiago un documento que avala que hace poco más de veinte años se hizo una transacción en nombre de las empresas y que nunca fue declarada.

Victoria sigue sigilosamente a Demetrio y descubre que la amante de este no es otra más que Raquel, por lo que los fotografía y se comunica con Santiago, citándolo en el lugar. Allí la mujer le dice que han sido engañados de la manera más cobarde y el hombre se sorprende al ver salir a su mujer de la mano de su cómplice, despidiéndose ambos con un fuerte beso. Al volver a casa, el hombre enfrenta a Raquel, a la que dice haberla descubierto. La golpea cruelmente y cuando la amenaza de muerte ella le pregunta si la matará como hizo con su primera esposa, confesando saberlo todo, ya que Sonia, su ex amante, se lo dijo. El marido enloquece repentinamente y ataca a su mujer, la cual es defendida por Fabiola, quien lo golpea en la cabeza, haciéndolo perder el conocimiento. Ambas mujeres deciden irse de la casa, no sin antes tomar sus pertenencias más valiosas y todo el dinero de la caja fuerte. Cuando Santiago recobra el conocimiento y se da cuenta de lo que las mujeres hicieron, las maldice. Se comunica con Sonia, a la que dice tener listo el dinero que le pidió. Esta, feliz, se alista para recibirlo y al salir del edificio en el que vive, a bordo de su auto, es sorprendida por el mismo amante, el cual se despide de ella para siempre y le dispara con un arma silenciadora. Matándola al instante.

Marco Vinicio escucha a Eugenio hablando con Helena, a la que le cuenta lo que Lucrecia le propuso a Cristian hacer contra Mía. Helena no comprende como la mujer pueda ser capaz de tomar represalias contra alguien inocente, no comprende por qué las odia tanto y el hombre le pregunta si nunca ha pensado que la mujer se encuentre detrás de su ataque. Helena, sorprendida, enmudece ante tales palabras mientras que Marco Vinicio se marcha para enfrentar a su madre por haber intentado perjudicar a Mía. Ella asegura que eso no es verdad pero el hijo no le cree. Busca a Patricio y Leonardo, quienes lo enteran de todo lo que han descubierto respecto a Santiago, quien lo niega todo y responsabiliza a Demetrio, el cual, al ser cuestionado, se siente agredido y acusa a Marco Vinicio de ser un oportunista al igual que su madre, la cual es capaz de todo por ambición. Entonces el joven hombre revela a Patricio y Eugenio estar casi convencido de que su madre tuvo que ver con la violación de Helena.

Santiago enfrenta a Demetrio, al que amenaza con un arma de fuego por su traición. Demetrio sin embargo sabe convencerlo de que fue Raquel la que los enredó a ambos, pues son amantes desde antes que ellos se casaran. Le pide que tenga cordura pues ahora más que nunca deben estar unidos, ya que desean destruirlos.

Raquel busca a Victoria y le pide ayuda, contándole lo que Santiago le hizo. Victoria la rechaza y le dice estar al tanto de sus amoríos con Demetrio, así como de los mensajes que le estuvo enviando. La amiga asegura que ella no le envió nada y deducen que la única que está al tanto de las vidas de todos es Lucrecia. Victoria se siente traicionada por su propia cuñada pero aun así da la espalda a Raquel, a la que pide que se las arregle como pueda, pues finalmente está de regreso a donde pertenece: La calle. Luego acude a la iglesia a rezar y allí es sorprendida por Fernando Cermeño, un hombre al que no veía desde hace años y que fuera novio de su sobrina Helena. Le hace saber que la mujer está de vuelta y que ha enviudado, por lo que podría buscarla. Él sin embargo se resiste pero la mujer no acepta negativas y lo convence de darle una sorpresa a la mujer, quien al salir del hospital es instalada en su casa, donde Mía no se separa un solo momento de ella. Helena hace saber a su hija estar al tanto de lo que Lucrecia intentó hacerle y le promete que las cosas no se quedarán así.

Días después Marco Vinicio tiene una discusión con Demetrio y Santiago, a los que Octavio asegura que están fuera de las empresas y exige que se marchen con dignidad, sin escándalos, si no quieren ir a la cárcel por sus negocios fraudalentos. Los cómplices se marchan de las empresas, a donde llega un paquete dirigido a Marco Vinicio. Esto contiene pruebas en contra de Santiago, las mismas que Sonia recaudó y que dice en una nota haber enviado a sus manos, en caso de que haya muerto, culpando a Santiago de esto, así como de la muerte de su primera esposa, a la que mató para heredarla. Demetrio le muestra todo a Octavio, al que pide que actúen de inmediato. Ante ellos aparece Raquel para pedirles ayuda, contándoles que su marido quiso matarla. Deciden ayudarla a cambio de que ella denuncie a Santiago. La mujer así lo hace y presentan las pruebas que Sonia recaudó, por lo que se hace un despliegue policíaco para atrapar al hombre, quien al encontrarse tras las rejas pide ayuda a Lucrecia, a la que asegura que si no lo saca de la cárcel, la delatará. La mujer solo lo desprecia y al llegar a casa recibe una bofetada de Victoria, la cual le dice saber que ella le mandó los textos que la perturbaban y solo calla lo sucedido ante Octavio para que este no sepa la clase de monstruo con el que vive.

Demetrio se sorprende cuando al llegar a casa descubre que no hay nada, que la han vaciado y solo se encuentran algunas de sus pertenencias con una nota de Victoria, la cual le ha dejado un citatorio para firmar de inmediato su divorcio. El hombre maldice su suerte así como a Octavio, el cual nunca le dio una oportunidad y siempre le cerró las puertas. Por su parte la esposa da a conocer a su hermano que se divorciará y vivirá con Patricio, el cual la ha apoyado. Es en el departamento del chico donde Demetrio se presenta a hacer un escándalo en el que interviene Leonardo, al que el hombre ofende por sus preferencias. Patricio finalmente enfrenta a su padre y le hace ver que ni él ni su madre lo necesitan y jamás lo han hecho, pues es un oportunista y criminal, lo mismo que su socio: Santiago. A Demetrio no le queda más que marcharse, derrotado. Vuelve a casa, donde se alcoholiza y llora, consumido por sus frustraciones.

Victoria pide perdón a Helena por su rechazo y por haberla creído una intrusa, cegada por la ambición de Demetrio. Tía y sobrina se abrazan y la primera le jura a la otra que así como le dio la sorpresa de encontrarse nuevamente con Fernando, quizás en un futuro pueda darle otra.

Mía y Cristian comienzan un noviazgo y el la besa apasionadamente para entonces confesar amarla y le suplica que le de una oportunidad. Dan un paseo por Xochimilco, donde ella presenta a su ahora mejor amiga, Tania, con Jonathan, quien desea conquistarla pero la otra se resiste, argumentando que a ella no le gustan los antojitos callejeros.

Helena se ha repuesto y por tal motivo ha vuelto a las empresas, acompañada de Octavio, a quien Victroia propone que hagan una cena familiar pues ella y Patricio tienen sorpresas qué anunciarles. Helena sabe que su primo anunciará a todos que es gay y por ello acude a felicitarlo tanto como a Leonardo, quien apoya a su novio en todo momento cuando este anuncia ante su familia que tiene una relación con él, y que desean casarse. Solo Lucrecia muestra cierta incomodidad que se convierte en horror cuando Victoria de que tiene un invitado especial y ante todos aparece Fernando, quien se sorprende de ver a Helena más hermosa y radiante que hace veinte años. Marco Vinicio enfurece por la presencia del hombre y jura a Patricio que no piensa permitir que ese hombre le arrebate a la mujer que ama, como lo hizo en el pasado. Por su parte Helena habla en privado con Fernando, al que dice haberlo perdonado por su rechazo, cuando supo lo que le sucedió. Él sorprende cuando ella le dice nunca haber reconocido el rostro de quien le destrozó la juventud, mas está convencida de que tarde o temprano lo hará, ayudada por Marco Vinicio, el hombre de su vida.

Raquel visita a Santiago en la cárcel para burlarse de él y decirle cuando gusto le da verlo donde merece estar. Él se ríe de ella y le asegura que nunca más volverá a tener lo que tuvo con él, pues su amante, Demetrio, también se encuentra en la calle, arruinado. Raquel se despide de su marido para siempre, y le hace saber que su matrimonio se anulará y a ella le corresponde la mitad de lo que le pertenece, retándolo con la mirada.

Helena y Marco Vinicio cocechan éxitos empresariales juntos, apoyándose el uno al otro, situación que llena de orgullo a Octavio, quien de nueva cuenta pide perdón a su hija por haber dudado de ella en el pasado, mismo que lamenta y lo hace sentir impotente. Ella lo abraza y le promete que tarde o temprano la verdad saldrá a la luz. Acude a las regresiones con Eugenio, y en ellas Helena puede ver que el hombre que la atacó en realidad tenía una máscara. Sin embargo se altera pues esta vez puede ver los ojos de su atacante. Despierta agitada, llorando. Abraza al psiquiatra y le dice creer quién la atacó. Vuelve a las empresas, donde Fernando intenta hablar con ella y advertirle que solo será infeliz al lado de Marco Vinicio, quien interviene al percatarse de que su amada se siente incomoda. Pide a Fernando que desaparezca, pues nada tiene que hacer cerca de ellos. El hombre se presenta entonces ante Lucrecia, a la que exige que lo ayude a recuperar a Helena a cambio de no delatarla ante su familia. Aparece Octavio y exige al hombre que le diga qué es lo que tiene que decir sobre su esposa y ésta, nerviosa, asegura que todo son figuraciones de su marido pero detrás de este aparece Helena, preguntando qué es lo que sucede. Lucrecia intenta tergiversar las cosas y entonces ante todos aparece Victoria, la cual pide a su cuñada que diga la verdad sobre la violación de su sobrina. Octavio no entiende nada, exige a su mujer que hable y entonces Fernando pide perdón a Helena, para continuar y revelar que hace años su madrastra le ofreció mucho dinero a cambio de embarazarla y así causar la ira de Octavio y este la apartara de su lado, desheredándola. Sin embargo él no fue capaz y por eso desapareció de la vida de la entonces muchacha, hasta que ella lo buscó para contarle de su embarazo y la despreció, convencido de que había sido de otro y que Lucrecia se había salido con la suya. Entonces interviene Victoria, argumentando que ha hablado con Demetrio y este le entregó la máscara que su cuñada le dio para que violara a Helena la noche de su boda, logrando seguramente el cometido, por lo que seguramente Mía es hija del hombre. Ni Octavio ni Helena pueden creer de lo que Lucrecia es capaz y le reprochan su fechoría. Esta se descara y asegura que siempre odió a Helena y que solo quería proteger a su hijo, el cual se lo merece todo y lo ha demostrado. En ese momento aparece Marco Vinicio, el cual desprecia a su madre pues ella siempre lo supo enamorado de Helena y le prometió ayudarlo a conquistarla, haciendo todo lo posible por separarlos. Octavio entonces echa a su mujer de la mansión, exigiéndole que, si tiene algo de vergüenza, se vaya tal y como llegó: Unicamente con lo que lleva puesto. 
Lucrecia suplica piedad a su hijo, quien le pide que se olvide de él y sufre, pues ya no puede ver a Helena a la cara. Esta a su vez reprocha a Fernando el haber sido un cobarde que siempre supo la verdad y la despreció, culpándola de haberle sido infiel, cuando sabía lo que le había pasado. Lo corre y le exige que desaparezca de su vida para siempre. Luego acude a donde su tío Demetrio, al que repudia por haber sido un cobarde que se quedó callado y permitió que la señalaran y repudiaran al creerla una mentirosa. Aparece también Victoria, para señalarlo como un cerdo que merece estar en la cárcel. Él no dice nada y cuando las mujeres le dan al espalda para marcharse él detiene a Helena, diciéndole que ella sabe que él pudo ser capaz de hacerlo, pero no lo hizo. La mujer llora y continúa su camino, mientras las sirenas se escuchan acercándose a la casa de Demetrio, quien se suicida disparándose, asegurando que él nunca irá a prisión.

SEIS MESES DESPUÉS: Marco Vinicio evita a toda costa hablar con Helena, invadido por la vergüenza y a pesar de que ella no lo culpa por las acciones de su madre. Son Patricio y Leonardo los que se las ingenian para hacer que los enamorados tengan un encuentro en el que se reconcilian, pues su amor es mucho más fuerte que todo. A su vez Leonardo le propone a Patricio que vivan juntos y este pide opinión a Victoria, la cual apoya a los chicos y ha puesto en venta la casa en que vivió con Demetrio, para comprarse otra, en la que se instala.

Fabiola visita frecuentemente restaurantes muy caros y no ha perdido su gusto por los hombres adinerados. Un día conoce a Fernando ambos se dejan llevar por la seducción, por lo que, dejándose llevar por la fuerte atracción entre ambos, comienzan una apasionada relación, llena de deseo, concupiscencia, y romance, comprendiendo que están hechos el uno para el otro.

Mía anuncia a su familia que tiene un romance con Cristian, por lo que los enamorados son felicitados y el jardinero tiene todo el apoyo de Helena y Octavio, el cual usa a sus contactos para abrirle las puertas al jardinero, quien se sorprende cuando descubre a Jonathan y Tania besándose, pues esta finalmente cayó rendida ante el ardoroso amor del hermano.

Lucrecia visita a Santiago en la cárcel, para acusarlo de haber sido un cobarde al igual que Demetrio, pues ambos se negaron a deshonrar a la hija de su amo, como los perros que siempre fueron. Él se burla de ella, pues ahora no tiene nada, ni siquiera al hijo por el que cometió tal infamia contra su hijastra. Lucrecia sin embargo ríe, pues está convencida de que Helena cree que fue su tío Demetrio el que abusó de ella. Esto hace que en un momento de arrepentimiento Santiago insista en hablar con Victoria, a la que le confiesa que su marido es inocente de la violación de Helena, y que Lucrecia sigue mintiendo. La preocupada viuda busca a su ex cuñada y le exige que le diga la verdad pero esta se niega y desea que Helena nunca pueda ser feliz. Busca a Octavio para exigirle más dinero y este le muestra un documento en el que se asienta que ella renuncia a todo el dinero del hombre, a cambio de no ir a la cárcel. La mujer se niega a firmar pero cuando la policía se hace presente no tiene más remedio. Se ríe de Octavio y le asegura que cuando Helena sepa quién la violó en realidad no podrá vivir con ese dolor. Busca a Marco Vinicio para pedirle ayuda y este solo le da el dinero suficiente para que pueda sobrevivir.

Helena se reúne con Nora y Eugenio, a quienes les dice tener una corazonada. Recibe un texto de su tía Victoria, quien le dice que Lucrecia sigue mintiendo y que Demetrio no es el hombre que la violó. Esto hace que el psiquiatra le pida que se someta a otra regresión, pues ya antes había reconocido la mirada de su atacante. Accede y esta vez al reconocer la mirada del atacante, en la regresión le quita la máscara y se lleva una terrible sorpresa: ¡Su violador fue el mismísimo Alonso! La mujer despierta, se aferra a Nora y le revela lo que ha descubierto. Se siente aterrada, pues ¡por veinte años vivió al lado del hombre que la violó! Se calma y revela la verdad a su familia, especialmente a Mía, a la que se le hacen pruebas, comprobándose que en realidad es hija del occiso. Es entonces que Helena comprende por qué el cariño del hombre hacia la muchacha y por qué a pesar del rechazo de ella, como amante, siempre la protegió, cegado por la culpa, pues todo lo hizo para tener la oportunidad de estar con ella sin que nadie interviniera.

Marco Vinicio busca a su madre y le hace saber que a pesar de los secretos que siempre guardó y de que inculpó a mucha gente para salirse con la suya, la verdad finalmente ha salido a la luz, por lo que dentro de poco se casará con Helena y no habrá nadie más en el mundo que pueda impedir la felicidad de los dos. Sale del lugar y alcanza a Helena en el cementerio de Cuernavaca, donde esa llora sobre la tumba de Alonso, al que reprocha el haberla engañado y haberse prestado a las bajezas de Lucrecia. Detrás de ella aparecen Marco Vinicio y Mía, quienes la abrazan, abandonando así el cementerio, los tres juntos, unidos, sin nadie más en el mundo que pueda separarlos.




FIN















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